Centro Holística Hayden

Escuela de Autoconocimiento personal y espiritual

Master Reiki Usui - Master Reiki Karuna - Master Reiki Egipcio Seichim - Terapeuta Holística - Facilitadora espiritual - Numeróloga Evolutiva Humanista.

A través de estas herramientas te encuentras con tu verdadero Ser...aqui estamos....esperando darte la mano.........

28 de agosto de 2014

COMPARTIENDO COMPRENSIONES

¡Hermanos! ¡Que la Gran Fraternidad de Ángeles y hombres se difunda por el mundo!
Muchos de los aparentes males del mundo nos vienen de viejas creencias, ancestrales algunas, que no hemos revisado a la luz de la razón. Estas creencias fueron aprendidas de lo que vimos o escuchamos de muy pequeños donde no sabíamos usar el discernimiento y no han sido revisadas nunca más.

Una de las creencias que más obstruye nuestro servicio a la humanidad tiene que ver con lo que definimos como trabajo.

Desde el tiempo de la esclavitud, los esclavos aprendieron a despreciar el trabajo y a considerarlo como un castigo. No debe sorprendernos que así fuera, el trabajo para los esclavos era obligatorio. A los esclavos no se les permitía elegir su área de trabajo, no eran dueños de sus frutos y no percibían ni remuneración ni reconocimiento alguno. Esta situación los hizo cantar  “ …el trabajar yo se lo dejo todo al buey, porque el trabajo lo hizo Dios como castigo…”.


Por otra parte, en total contradicción con esto,  cuando en las cárceles se le quería imponer a un hombre el máximo castigo, se les prohibía trabajar. En efecto, un hombre que esta privado de la libertad de trasladarse de un lado a otro según sus intereses, tiene ya un severo castigo, pero si a eso le agregamos que, además, tiene que estar todo el día sin hacer nada, el castigo se vuelve tan intolerable que muchos presos enloquecían dentro de las prisiones de la antigüedad, clamando porque se les dejara ejercer un oficio, hacer algo con sus manos, estudiar. 

Sin lugar a dudas, el hombre se dignifica a través de sus obras, de su servicio, de su trabajo. Lo más humillante para un ser humano es que se le dé limosna, porque al dársele limosna, sin darle simultáneamente una oportunidad para ganarse lo que come, se le está diciendo indirectamente: “eres tan inferior a mí que tengo que darte de comer pues eres incapaz de proveerte por ti mismo tu propio sustento.” Esta consideración es la que llevó a estudiosos de la conducta humana a decir “si de verdad quieres ayudar a un hombre, no le des pescado, enséñale a pescar”. Esto es lo que permite pasar del asistencialismo improductivo y discriminatorio para los carenciados, a la promoción del ser humano como política social frente a la pobreza y el hambre.

Hermano, con respecto al trabajo ¿te estás portando como un esclavo o eres en verdad un ser libre que aspira a ser cada día más humano? Si trabajas como un esclavo, si sientes que el trabajo es un peso, un castigo y en consecuencia eres de los que cada día al llegar al trabajo estás mirando el reloj para ver si es la hora de irte, que anhelas que llegue el fin de semana para poder dejar de sufrir, y que pasas el año entero esperando las vacaciones del “yugo que Dios te dio”. Si estás en esta creencia, revísala inmediatamente pues sufres innecesariamente y te privas a ti mismo de una de las glorias del hombre libre que es el trabajo creativo y gozoso, el trabajo en el que confirmas, creando, que estás hecho a imagen y semejanza de Dios.

Si trabajas como un hombre libre, seguramente disfrutas de lo que haces, sientes que estás poniendo “tu granito de arena” a la construcción de un mundo mejor. Vas con entusiasmo a trabajar y también disfrutas intensamente el descanso reparador de cada día.

El ser humano que disfruta haciendo su trabajo renueva constantemente su energía, contagia su entusiasmo a sus compañeros, crea espacios donde la vida se vuelve algo para celebrar y compartir.

En la unidad de la Vida, Marta Paillet


No hay comentarios:

Publicar un comentario