El Hombre Nuevo tiene delante de
sí una gran tarea.
Se está Creando a sí mismo.
Se crea de la Nada, ya que carece
de referentes.
Mientras lo Femenino asoma con
toda su fuerza, y comienza su despliegue, lo Masculino, en su retirada de las
formas alienadas de su propio poder, ha de encontrar su Nuevo Lugar, su Nuevo
Espacio.
En las antiguas tribus, los adolescentes
pasaban por una iniciación, otorgada por los hombres mayores.
Esta iniciación implicaba la
vivencia de situaciones límites y potencialmente peligrosas, durante una noche
entera, y a veces durante semanas.
El Hombre de nuestro tiempo
carece de estas iniciaciones. Su padre no ha podido otorgársela, y quizás su
abuelo fue perdiendo su guía, enmarañado en la obligación de proveer a la
familia con todo lo necesario para su supervivencia. Entregando su energía, su
talento y sus horas en un trabajo alienado, perdió su Norte.
El trabajo obligado, el trabajo
sin gozo, aisló al hombre.
Ya no avanza codo con codo con
sus camaradas, con sus amigos y compañeros. Se fue resignando a avanzar en
soledad, o con compañeros masculinos que raramente le iluminan.
Muchas, incontables veces, se ha
visto separado de su autenticidad, obligado a cumplir un rol, y esto lo ha
llevado al hábito de no decir toda la verdad sobre si mismo y sobre su
estimación de la vida.
Sin embargo, algo profundo está
naciendo en el interior de muchos hombres, algo que está yendo más allá de su
arrepentimiento colectivo y de su polarización, a veces, hacia una extrema
sensibilidad femenina…
Nace la urgencia por un nuevo
sentido, y una vitalidad nueva de lo Masculino. Nace apoyado por la Mujer
Despierta, que se sabe creadora de una vida nueva en esta Tierra, y que, a su
vez, va despojándose del vestido de la víctima.
Ella lo inspira en el arte y la
ciencia de volver a Sentir. Sólo el Sentir lo vuelve a conectar con su Fuente
de sentido vital y poder.
La recuperación de lo profundo,
está naciendo en los corazones de hombres que recuperan la nobleza, la solidez,
la claridad y fuerza que corresponde a su Esencia.
Recobrar su lugar de proveedor y
guardián de la vida, desde su consciencia, es posible únicamente cuando él hace
referencia a su Interno, cuando dirige la mirada hacia Dentro y encuentra ahí
su Fuente y su Guía.
Así, hoy, desde la Esencia, te
saludamos, compañero masculino, enséñanos a comprenderte, amamos verte
brillar en tu Auténtico Ser, y compartir la Luz, el Amor y la Creación contigo.
Porque Compartir enriquece al
Todo, y el Todo te enriquece a ti.
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